El Colef: Testimonio de una Dreamer

El 6 de septiembre se llevó a cabo en El Colef la conferencia “De vuelta a un mundo desonocido. Testimonio de la deportación de una dreamer” presentada por Nancy Landa, y comentada por Eileen Truax, periodista mexicana, autora del libro “Dreamers, la lucha de una generación por su suelo americano”.

La mesa fue moderada por el Dr. Rafael Alarcón, profesor y académico de El Colef, quien introdujo el tema presentando el contexto político con respecto a las modificaciones y rechazos que ha tenido la reforma migratoria en Estados Unidos, pues “la lucha de los así llamados dreamers viene de mucho tiempo”. Aclaró el investigador, “los dreamers son los jóvenes mexicanos llevados por sus padres, sin su permiso, que crecieron allá, aprendieron el idioma, y siguen siendo indocumentados”.

La Consideración de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, reconocida en 2012, “sólo está posponiendo la acción de los indocumentados”, comentó el Dr. Alarcón. Mientras que la Migration Policy Institute podría beneficiar a casi 2 millones de jóvenes con su participación. Agregó, también, que entre 300 mil y 400 mil deportados por año “regresan a un mundo que no conocen”.

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En la participación de Nancy Landa, quien nos compartió su experiencia, comentó que antes de la deportación vivía en un miedo constante. La primera publicación de su testimonio fue en un blog personal, en el que narra cómo fue detenida. Tras haber vivido 20 años en EE. UU. y de haber llevado una vida normal ahí, fue “víctima de un sistema migratorio inflexible, por el que fui tratada como una criminal”, comentó.

Con 20 dórales, un celular y sin documentos, empezó una travesía por sobrevivir en una ciudad que no conocía. Pronto encontró el apoyo de organizaciones como el Grupo Beta y de sus amistades mismas, quienes le facilitaron el proceso de reacomodación en la ciudad. Pero fue un proceso difícil y no previsto por instituciones gubernamentales, lo que quiere decir que “personas como yo, arrojados por la misma puerta, no tendrán la misma suerte”. Agregó que la situación hubiera sido muy distinta para ella y su familia si tan solo la Acción Diferida hubiera sido aprobada tres años antes.

Graduada con honores de la University of California en la licenciatura en administración de negocios, tuvo problemas para encontrar trabajo por la falta de documentación oficial que avalara su identidad. Cargaba el estigma de haber sido deportada, “cuando el único delito fue haber vivido de manera irregular en EE. UU.”.

Mencionó que el 60% de los dreamers deportados consiguen trabajo en las compañías telefónicas por su habilidad bilingüe, en parte, debido a que hay un serio problema para la revalidación de estudios. El trámite para que la SEP evaluara su caso y le permitiera un posgrado era caro y demasiado lento. Ante este escenario, mandó una solicitud para estudiar en el Reino Unido, y fue aceptada.

Tras esto decidió escribirle una carta al presidente Obama, la cual terminó siendo publicada por la prensa norteamericana. Dicha nota captó la atención de Eileen Truax, quien decidió incorporarla en su libro “Dreamers. La lucha de una generación por el sueño americano”. La autora de este libro lo considera esta historia como el estandarte de dicha obra, “porque lo que 1.7 millones temen en EE. UU. se había vuelto una realidad para Nancy”.

Para ambas es esencialmente importante compartir estas evidencias “poner rostros, nombre e historia en lugar de cifras de millones, para convertir este asunto en una preocupación internacional”, agregó la periodista.

Asimismo se debe luchar contra el estigma del deportado, porque “una persona no es ilegal, lo son sus acciones o ciertas circunstancias”. Finalmente se exige una reforma migratoria integral, una solución para los derechos y la integridad de los migrantes.
Eileen agregó que “la reforma migratoria no es justa, no es digna y el día que fue aprobada fue celebrada por el presidente Peña Nieto, lo que prueba que el país no está apoyando a sus ciudadanos es México”.

Publicado por Colef Press

El video completo de la presentación se puede ver haciendo click AQUÍ.

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Diálogos Canal OnceTV: Los Otros Dreamers – sueños inconclusos

Segmento en Diálogos Canal OnceTV que salío al aire el 29 de agosto 2013. Podrán escuchar mi entrevista en el minuto 00:01:49 y en 00:40:28.

“Muchos de ellos dejaron México cuando aún eran niños, salieron del país de la mano de sus padres en la búsqueda del sueño americano… Y allá, del otro lado, crecieron, aprendieron otro idioma, fueron a la escuela, hicieron amigos… y un día fueron deportados…

Hoy, muchos de estos jóvenes buscan la forma de regresar y continuar sus sueños; pero otros buscan consolidarlos en México, un país que les es ajeno. Por ello se han agrupado en una organización llamada “Los otros Dreamers“, jóvenes entre 10 y 32 años que crecieron en Estados Unidos y ahora se encuentran en México con otro tipo de problemáticas y retos a vencer, pero con la intención de reanudar sus estudios.

De aquí o de allá, en Diálogos conoceremos a Los Otros Dreamers, y la realidad a la que se enfrentan estos jóvenes migrantes deportados”.

Los dreamers de aquí y de allá son de CSUN

Aunque para el gobierno de EE.UU, el yo haber cruzando la frontera quedaba en el olvido, para CSUN no fue así. Leer la carta de la presidente de CSUN en apoyo a los dreamers fue el momento que me sentí más orgullosa de ser estudiante graduada de CSUN.

Recuerdo la primera vez que participé en una junta con la administración de California State University Northridge (CSUN). Fue en el primer año que ingresé al Senado del gobierno estudiantil (Associated Students), representando la “voz estudiantil” en una mesa de trabajo para mejorar las tasas de graduación. En ese entonces, Cal Sate Northridge tenía el porcentaje de graduados más bajo de las universidades estatales de California (CSU) con solo 45.8%, de acuerdo con el informe del 2002 (CSU Accountability Report). Nuestra tarea consistía en proporcionar recomendaciones y plan de acción para mejorar este métrico. El reto más grande era representar las necesidades y experiencias de más de 30 mil estudiantes. ¿Que efecto tendría en el éxito académico el que un estudiante perteneciera a una minoría étnica o de ser el primero/a en su familia en asistir a una universidad? ¿O que fuera un dreamer, un estudiante sin documentos?

En 2002, la categoría de “estudiante dreamer” no era una de las que se comenta en los altos niveles de la administración de CSUN. Uno de los problemas era que el estatus de indocumentado de un estudiante no era percibido por las instituciones de estudios superiores. No podría ser un factor a considerar cuando se revisaban las estrategias para mejorar las tasas de graduación porque nosotros no éramos visibles a causa del temor que sentíamos en ser identificados. ¿Habría manera de saber si la administración universitaria entendería nuestros retos y quisiera ser nuestra aliada? ¿Identificaría que la falta de un seguro social resultaría más desventajosa que la falta de acceso a materias básicas para un estudiante indocumentado? No lo llegué a saber porque opté por seguir en las sombras.

Con el transcurso del tiempo, fui conociendo miembros del personal de CSUN que se fueron convirtiendo en mentores. Algunos pocos llegaron a conocer mi historia como estudiante indocumentada. Su apoyo resultó ser una de las razones por las que logré terminar mis estudios en el 2004. Desafortunadamente, otros en circunstancias similares sólo llegaron a ver sus sueños truncados.

En los años posteriores a mi graduación, seguí en contacto con mis mentores que seguían laborando en la universidad. Así es como me enteraba que llegaban a interactuar con mayor frecuencia con estudiantes dreamers. No llegaré a saber con certeza si esto fue a consecuencia de un incremento de estudiantes dreamers matriculados en CSUN o si, a diferencia de sus predecesores, había más “saliendo de las sombras”. O tal vez una combinación de los dos. Lo que si fue evidente es que la presencia de los estudiantes “sin papeles” llegó a ser notable en el campus. El movimiento dreamer a nivel nacional fue creciendo y teniendo más visibilidad y estaba empezando a dejar una huella en el campus de CSUN. Se estableció CSUN Dreams To Be Heard como una organización estudiantil apoyando a los estudiantes dreamers. Pero, ¿habrá notado esta presencia de dreamers la administración de CSUN? Nueve años después de mi graduación, me llega la respuesta.

Era un martes 6 de agosto. Yo estaba pegada a mi computadora, al pendiente de lo que sucedía con los nueve soñadores, mas bien conocidos por Dream9, que estaban detenidos en el centro de detención en Eloy, Arizona. Llevaban 15 días desde que iniciaron una de las acciones de desobediencia civil más radicales que ha visto el movimiento dreamer. Las noticias eran conmovedoras. Se publicaba que en unos días serían liberados. Cada uno había logrado avanzar con su solicitude de asilo político y se esperaba su libertad. Para mí, como dreamer deportada ya radicando en Tijuana, era muy relevante esta noticia porque estos jóvenes estaban desafiando las políticas de deportación del gobierno del Presidente Obama, las que han afectado de manera irreversible a millones de familias, incluyendo la mía.

En un momento repentino, recibo un correo de uno de mis contactos en CSUN. En él, me comunican que la presidente Dianne Harrison ha seguido de cerca a los nueve soñadores y que reconoce las acciones de valentía de estos jóvenes, y en particular expresa su solidaridad con Lizbeth Mateo ya que ella fue estudiante de la universidad además de ser co-fundadora de CSUN Dreams To Be Heard. Adjunto encontré la copia electrónica de la carta que la presidente Harrison había enviado la semana anterior a legisladores estatales y federales y donde les pedía que actuaran de una manera rápida y decisiva en aprobar una reforma migratoria, en particular el DREAM Act.

Fue la primera vez que había escuchado que el nivel más alto de la administración de Cal State Northridge se expresara de manera explícita su apoyo hacia los dreamers. La carta concluye con una referencia a mi historial en la universidad y mi experiencia de deportación. Aunque para el gobierno de EE.UU., el yo haber cruzando la frontera quedaba en el olvido, para CSUN no fue así.

En la época en la cual se reconoce el incremento de estudiantes latinos en instituciones de educación superior, hay universidades como CSUN que entienden que entre sus estudiantes se encuentran los que por falta de documentos, forman parte de los “más vulnerables de [la] población estudiantil”. Y aunque la Presidente Harrison asumió su puesto de liderazgo en CSUN desde junio del 2012 y no he tenido oportunidad de conocerla, su carta refleja que ella está conciente que los dreamers hemos y seguiremos siendo parte de la comunidad universitaria. Fue el momento que me sentí más orgullosa de ser estudiante graduada de CSUN.

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Lea la historia de la deportación de Nancy Landa en El Nuevo Sol: Desde Tijuana, ex dreamer de CSUN le pide al presidente Obama una reforma migratoria justa.

Lea el blog de Nancy Landa: Mundo Citizen.

Después de cuatro años de haber sido deportada a Tijuana, México, Nancy Landa está en proceso de comenzar sus estudios de posgrado en Migración Global en Londres este otoño en University College of London (UCL). Vea más detalles y apóyela aquí.

Almost four years after being deported to Tijuana, Mexico, Nancy Landa is looking to begin her graduate studies in Global Migration in London this fall at the University College London (UCL). See more details and lend your support here.

Publicada en El Nuevo Sol